AHÍ VAMOS OTRA VEZ

Los medios de comunicación y las redes sociales nos muestran los estragos que vivimos por el COVID-19. No sólo es la velocidad de contagio y las muertes que diariamente se cuentan por miles en el mundo. También es la violencia doméstica que sufren las mujeres, el desempleo, la recesión económica, la suspensión de actividades académicas, la incertidumbre de ser contagiados y la impotencia de no poder sentir el contacto con nuestros seres queridos. Nuestras vidas han cambiado radicalmente y debemos aprender a adaptarnos a esta nueva realidad. Es complicado, frustrante, doloroso y desolador. Sin embargo, cada mañana nos levantamos con el coraje de seguir adelante y luchar con todas nuestras fuerzas para sacar a delante a nuestras familias. Han pasado más de 15 años de un artículo que leí en la revista Este País, en donde Carlos Fuentes reflexionaba sobre la asombrosa capacidad de adaptación del ser humano. En ese tiempo me parecía aleccionador su pensamiento. Hoy me...