FALTAN LOS MUNICIPIOS
El
sociólogo Max Webber definió a la dominación como “la capacidad
de mover voluntades” y en esto radica el poder de ejercer
liderazgo. Inspirar y movilizar a las multitudes para conquistar un
proyecto común. No para dividir y tampoco para enfrentar. El líder
que usa su capacidad de influencia para atacar a sus adversarios y
engañar a sus seguidores, tarde o temprano terminará siendo
descubierto.
México
vive los estragos de la ausencia de liderazgos democráticos. Alexis
Tocqueville señalaba que la democracia debería ser “asociacionismo”
¿qué significa esto? La democracia necesita la búsqueda de
coincidencias en la diversidad, la cohesión social en lo plural, la
unidad ciudadana ante lo que nos divida, el compromiso de asociarnos
para construir ideas comunes y voluntad política para actuar con
vocación democrática. Unidos podemos ser capaces de alcanzar las
metas más ambiciosas y divididos nunca saldremos de la crisis
económica y sanitaria en la que nos ha sumido el COVID-19.
Observamos
lo inédito. Gobernadores que construyen alianzas para salir abantes
ante la adversidad. Piensan en el desarrollo regional de sus estados
e implementan acciones para cuidar la salud de sus gobernados y al
mismo tiempo tratan de iniciar su reactivación económica. Por otra
parte hemos visto a los gobernadores de MORENA usando cubrebocas en
su trabajo cotidiano, pero quitándoselos ante la presencia de su
jefe político y así comprobar su sumisión ante el poder de su jefe
político. Otros toman decisiones estratégicas desde el silencio
para no ser políticamente incorrectos y evitar perder puntos ante la
opinión pública. Los grupos parlamentarios de la Cámara de
Diputados y de Senadores han desarrollado importantes debates, para
generar estrategias económicas que permitan a los ciudadanos acceder
a un ingreso básico universal. Desafortunadamente el debate se ve
frenado cuando la mayoría del nuevo oficialismo se niega a reconocer
que esta es una propuesta urgente de aprobar y viable para
implementar.
El
2021 será año de elecciones y todo indica que el próximo
presupuesto de egresos de la federación buscará recabar la mayor
cantidad de recursos económicos, para que el titular del ejecutivo
federal tenga garantizada la ejecución de sus proyectos y obras
monumentales. Los gobiernos de los estados y los ayuntamientos serán
los más afectados ante esta política presupuestal. Por ello, muchos
gobernadores han planteado la urgente necesidad de modificar el pacto
fiscal federal.
México
carece de un liderazgo que cohesione desde la razón y argumente con
auténtica vocación democrática. Un liderazgo que no vea a los
mexicanos como clientela electoral y en cambio, tome decisiones
pensando en políticas públicas y de estado.
En
2021 serán electos más de 2400 ayuntamientos y todo indica que el
efecto que favoreció a MORENA y a sus aliados en 2018 no volverá a
repetirse. La mayor pluralidad política se reflejará en el
municipio mexicano y esto es algo que debemos reflexionar con
especial atención. Hablamos del nivel de gobierno que está en
contacto con los ciudadanos diariamente y que tiene la obligación de
garantizar el acceso a trámites y servicios esenciales.
Desafortunadamente
los municipios mexicanos no han tomado la decisión de asociarse para
ser más fuertes. Maquiavelo enseña el principio “divide y
vencerás” y esta la tesis principal que se aplica desde el
gobierno federal.
En
Tlaxcala han existido intentos por generar una coalición de
ayuntamientos que sirva para construir una agenda de gobierno que sea
expuesta ante la opinión pública. Esa agenda de gobierno debería
ser un llamado al diálogo con la federación y de interlocución con
otros grupos de poder. Es una estrategia que debería replicarse en
todo el país e iniciar un diálogo permanente con los ciudadanos.
Este
es el asociacionismo en el que debemos trabajar. Es un diálogo
horizontal que debe surgir desde lo municipal y que necesita incluir
a todos los mexicanos. Mientras sigamos en el conflicto piramidal con
el titular del ejecutivo federal y con múltiples agendas de lo
público, nuestras voces siempre serán apagadas. Si encontramos lo
que nos une y dialogamos sobre los problemas públicos con la
sociedad mexicana, estaremos generando una nueva narrativa del poder
y de la participación ciudadana. Este puede ser el camino que
podrían aventurarse a recorrer los próximos ayuntamientos. Hagamos
de la democracia un diálogo horizontal y evitemos caer en la
confrontación premeditada que solo daña a México.
Dip.
Isabel Casas Meneses.
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