LA PASIÓN POR LA POLÍTICA

 


El domingo 29 de noviembre inició el proceso electoral local ordinario en Tlaxcala. Es el arranque oficial que señala la legislación electoral y comenzó con la sesión solemne del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones. Este proceso electoral será muy diferente a cualquier otro que hayamos vivido.

La pandemia de COVID-19 obliga a las autoridades electorales a generar procedimientos que protejan la salud de su personal. En el caso de los partidos políticos y los aspirantes a los diferentes cargos de elección popular que se elegirán el seis de junio de 2021 (la titularidad del poder ejecutivo, los ayuntamientos, el Congreso del Estado y las presidencias de comunidad) tendrán que hacer campañas electorales diferentes a las que siempre han estilado. Los eventos de masas constituyen un riesgo inminente para los políticos y los ciudadanos.

Al mismo tiempo se pondrá a prueba la reforma electoral que realizó el Congreso del Estado y los lineamientos que emitió el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones en materia de paridad de género.

Como diputada ciudadana asumo como un reto el motivar a que las mujeres se decidan no solo a participar, es necesario que aspiren a ganar y hacer la diferencia. La política es un arte y un oficio que históricamente ha sido masculinizado. En el discurso se dice que el “poder” es un “medio” que sirve para transformar la realidad social, pero contradictoriamente, cuando se reserva solamente para los hombres, el poder solo sirve para mantener el “statu quo”.

Para que el poder se use de forma progresista, democrática y liberal, es necesario que las mujeres participen desde el poder y no solo desde una candidatura. Es cierto que la reforma constitucional de 2014 constituye un momento muy importante para la igualdad entre mujeres y hombres, en los espacios de representación política.

Sin embargo, sigue siendo necesario enfrentar las inercias que surgen desde el interior de los partidos políticos y también desde la propia ciudadanía. Es imprescindible que en nuestra democracia sean los argumentos y los valores personales, los elementos que analicen los ciudadanos para decidir su voto. El partido político también es importante, pero somos las personas quienes damos rostro y voz a estas organizaciones democráticas.

Este proceso electoral requiere de mujeres valientes, que amen a Tlaxcala y que sientan el compromiso de construir un futuro digno y próspero, para las nuevas generaciones.

Ahora las mujeres deben participar con determinación y entusiasmo. Los titubeos y el miedo no son cualidades de una candidata. La seguridad personal, la actitud positiva y la inteligencia son los factores que deben desarrollar las futuras gobernantes.

Hagamos que el 2021 sea el año de una transición política con acento de mujer.

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