EL PUEBLO TAMBIÉN RECLAMA
El sábado pasado se desarrolló una importante marcha en la ciudad de México. Se trata de un movimiento que se ha autodenominado Frente Nacional Anti-AMLO (por sus siglas FRENAAA). Los medios de comunicación y los asistentes a la marcha han tenido posiciones encontradas sobre el número de asistentes. Los integrantes de FRENAAA hablan de una participación de más de ciento cincuenta mil asistentes. Algunos medios de comunicación comentaron que eran poco más de diez mil y el Gobierno de la Ciudad de México llegó a señalar que eran apenas cinco mil ciudadanos en la marcha.
El presidente López Obrador se refirió de forma sarcástica a esta manifestación ciudadana en su rueda de prensa de este lunes 05 de octubre “Entonces, los de Frenaaa tienen que echarle ganas porque a este paso van a estar aquí en el Zócalo hasta el 22. Nada más que se vengan a dormir los dirigentes, porque nada más están las carpas ahí. Ya voy a mandarle a poner una enramada para colgarles unas hamacas a Ferriz y al señor Junco, una hamaca grande, el del Reforma, porque son los que están, entre otros, impulsando mi destitución”.
¿Por qué me permito decir que se trató de una importante marcha? Previo a esta manifestación ciudadana el presidente López Obrador expresó hace algunos días “¿cómo se derrumban los gobierno autoritarios?, con la gente, con las grandes movilizaciones, sale el pueblo a la calle cientos, miles, millones, y en mi caso, a la primera manifestación de 100 mil y que yo vea que en las encuestas ya no tengo apoyo, a Palenque, Chiapas, ni siquiera espero la revocación de mandato, ahí nos vemos, porque tengo principios e ideales” y esta marcha es el primer paso a ese desafío que el lanzó.
Sabemos perfectamente que el presidente de la república López Obrador nunca renunciará y siempre tendrá a su alcance el discurso ideal para manipular la información. Tiene la sagacidad para descalificar a la crítica y salir martirizado. Pero nadie puede negar que se trata de un primer gran logro de la sociedad civil. El triunfo de 2018 es inobjetable y tiene muchas explicaciones que van desde el hartazgo contra la clase política, hasta el talento oratorio y demagógico del hoy presidente. Pero también es cierto que esos 30 millones de electores que votaron por él, no lo respaldaron para juntar las firmas para tratar de enjuiciar a los expresidente y tampoco le respondieron para vender los boletos de la NO rifa del avión presidencial.
Esa marcha logró reunir a ciudadanos libres que trabajan por salir adelante. Aglutinó a mujeres y hombres que no están en ningún padrón de los programas del gobierno, pero que están enfrentando la crisis sanitaria y económica con su talento e inteligencia personal. Se trata de la sociedad civil que defiende su derecho a pensar diferente y a señalar los errores del gobierno. Son mexicanos que han participado en muchas otras marchas y que están cansados de la demagogia del pasado y también de la del presente.
Cada uno de ellos merece ser visto con respeto y tolerancia. Están inconformes y manifiestan su enojo ante un gobierno que improvisa, que no tiene experiencia, que solo sabe lucrar con la necesidad del “pueblo” y que ha polarizado y divido a México.
La democracia está en riesgo, pero los ciudadanos están listos para defenderla como históricamente lo han hecho. Esa marcha no tiene nombre ni apellido, es un movimiento por México y para México.
En la democracia el pueblo manda, así lo ha dicho el presidente. Desafortunadamente a él solo le interesan los halagos y no entiende que el pueblo también reclama.
Dip. Isabel Casas Meneses.
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