EL PUEBLO JUSTO Y SABIO

 

La democracia mexicana ha sido sometida a prueba en diferentes formas y momentos. En las elecciones de ayer domingo 18 de octubre obtuvimos varias enseñanzas. Es prudente revisar con minuciosidad cada una de ellas y estar listos para la elección de 2021. Esta no es una visión electorera, pero hoy como nunca antes, la realización de procesos electorales es una misión de Estado que nos involucra a todos.

1. Las elecciones se realizaron en los estados de Coahuila e Hidalgo y fueron aplazadas desde junio. La pandemia que vivimos ante el COVID-19 llevó a que estos procesos electorales se desplazaran a poco más de cuatro meses y esto constituyo una primera alerta para los partidos políticos, las instituciones electorales y los ciudadanos.

2. En esta elección se implementó una urna electrónica que permitió desarrollar una serie de pruebas encaminadas a su perfeccionamiento. Dentro de la agenda de trabajos del Instituto Nacional Electoral se encuentra la intención de usar esta misma urna en la elección de 2021. Este tipo de herramientas no son nuevas en el mundo, sin embargo, la propagación del virus SARS-COV 2 ha llevado a que en México se trabaje a mayor velocidad, para la implementación de ella.

3. En ambas entidades fue indispensable el uso de medidas sanitarias como el cubrebocas y la sana distancia. El semáforo epidemiológico no ubicaba en el mejor de los escenarios a las dos entidades, sin embargo, la realización de las elecciones era prioritaria.

4. De acuerdo a estudios preliminares se deduce que 3 de cada 10 electores salieron a ejercer su derecho a votar. Esto no significa que haya ganado el abstencionismo. En elecciones intermedias locales, el comportamiento electoral es diferente al que se vive en una elección de gobernador. Si a esto sumamos el desafío de la pandemia, podemos concluir en que fue una buena jornada electoral.

5. La democracia tiene varias reglas no escritas. Una de ellas señala que no hay triunfadores permanentes ni derrotas eternas. La euforia por los resultados de 2018 no se reflejó en la elección de 2020 en Coahuila e Hidalgo. El efecto de 2018 no se replicó en esta elección y eso demuestra la fortaleza del federalismo electoral y es un llamado muy fuerte a quienes ganaron en 2018 y pierden en 2020.

6. El pueblo es justo y sabio. Es una frase que se ha popularizado en voz del presidente de la república. Esa sabiduría tomó un rumbo alejado del partido que lo llevó al poder. En 2018 las diferentes fuerzas políticas que contendieron, mostraron madurez política y civilidad al reconocer el triunfo arrasador de MORENA y del actual presidente de la república. En esta elección el dirigente nacional de MORENA no reconoce los resultados. Esto es una acción que no fortalece a la democracia mexicana.

7. El partido político que resultó ayer ganador, tiene ahora el desafío de responder a la confianza de la sociedad de Coahuila e Hidalgo con resultados.

8. Quienes participamos en la política debemos tomar estos resultados en la justa dimensión que merece y redoblar esfuerzos para refrendar día a día la confianza de los ciudadanos. Estamos en un contexto desafiante en donde la pandemia de COVID-19 y la crisis económica nos ponen a prueba. La sociedad está respondiendo y nosotros no podemos fallar.

El pueblo justo y sabio se expresó en las urnas. A muchos no les gustarán los resultados y existirán argumentos que defiendan y descalifiquen esta elección. Unos dirán que es un retroceso y otros señalarán que así es la democracia. Desde ayer por la noche las benditas redes sociales mostraban la polarización injustificada a la que ha sido llevada la sociedad mexicana. Hay quién ha dicho que se está a favor o se está en contra de la transformación de México. Ayer se desmintió esa visión tendenciosa y demagógica que desea ver a la sociedad nacional en una tragedia de buenos contra malos.

Dip. Isabel Casas Meneses.