¡Gracias a todos!
La política es el arte de vivir en comunidad, es una oportunidad de servir desde el poder y de contribuir a construir un mejor estado y el país que todos anhelamos. Ser diputada local es una de las experiencias más importantes de mi vida. Creo en la política en una forma idealista pero no ingenua.
Para algunos la política es un conflicto obsesivo en donde “el fin justifica los medios” según Nicolás Maquiavelo. Para otros se trata de una carrera de resistencia en donde “si respira aspira y si no expira”. Existen también los que han hecho de la política un “modus vivendi” y señalan sin sonrojarse que “el peor error que puedes cometer es quedarte fuera de la nómina”.
Sin embargo, mi visión idealista y pragmática sobre la política es distinta. El filósofo español Fernando Savater sintetiza en “Política para Amador” los extremos a los que debe estar dispuesto a situarse la persona que se dedica a la política. Dice en su libro que “en la política existen razones para obedecer y razones para rebelarse”.
Esta tesis la reflexiono mientras escribo estas líneas y analizo la alta responsabilidad que implica ser presidenta de la mesa directiva del Congreso del Estado. Junto a la responsabilidad de ser diputada local, hoy tengo el deber de conducir las sesiones del pleno del poder legislativo estatal, ser su representante legal y dirigir nuevas tareas legislativas, legales y políticas durante este periodo ordinario de sesiones, que culminará el próximo 15 de diciembre de 2020.
El principio de legalidad es el faro que debe alumbrar las tareas del poder legislativo. El trabajo que se desarrolla en las comisiones ordinarias y especiales y, las sesiones del pleno deben estar apegadas a la ley. La conducta de los 25 diputados que integramos el Congreso del Estado debe sujetarse en todo momento a lo señalado en la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala y todo nuestro sistema jurídico. Tenemos el reto de hacer de la pluralidad una cualidad que logre robustecer el trabajo legislativo que desarrollamos. Nuestra obligación de obedecer el mandato constitucional y legal es indiscutible.
La legalidad no aplaza y tampoco elimina la discrepancia en las ideas. Apegarnos a lo que señala la ley no significa uniformidad en el pensamiento o sumisión ante las diferentes mayorías que existen. Durante mi gestión como diputada local he tenido una postura crítica ante la forma en que se ha usado el principio de mayoría, en la toma de decisiones dentro del Congreso del Estado.
También es necesario reconocer que las prioridades del ciudadano son diferentes a las que muchas veces discutimos desde el interior del poder legislativo. Vivimos tiempos inéditos y nos corresponde dejar un precedente en donde los tlaxcaltecas observen, que el poder legislativo asumió una postura activa ante la crisis de salud y económica que hoy vivimos.
Debemos ejercernos permanentemente como un parlamento abierto, con transparencia y sujeto a la rendición de cuentas. Pero lo más importante será que demostremos nuestra congruencia entre el discurso que pronunciamos en la tribuna del Congreso del Estado y nuestras acciones con los tlaxcaltecas.
La política requiere congruencia, ética, responsabilidad, crítica y acción pública. Asumo esta tarea con emoción infinita, estoy sabedora del inmenso reto que representa y que en muchos momentos seré puesta a prueba. Ser diputada local y presidir la mesa directiva es un honor como mujer, como política y como tlaxcalteca. Desde este blog reafirmo mi compromiso de trabajar con todas mis fuerzas y de estar siempre abierta a escuchar argumentos, propuestas e ideas.
Mi voz seguirá siendo crítica y mis convicciones serán apegadas a los ideales que promovemos desde Movimiento Ciudadano. Al mismo tiempo tendré la objetividad, la imparcialidad y la legalidad que exige esta encomienda.
La política debe ser una actividad que nos inspire y nos motive a ser mejores.
Muchas gracias a todos.
Dip. Isabel Casas Meneses.
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