ENTRE LA CONFORMIDAD Y EL CONFORMISMO
Comenzaré creando
una historia semejante a la de muchas mexicanas y mexicanos.
Imaginemos a María, una mujer que es padre y madre a la vez, que
tiene dos empleos y además plancha y lava ajeno para sacar adelante
a sus hijos. Es una mujer que sufrió violencia doméstica y su
agresor aún la busca para hacerle la vida imposible. El menor de sus
hijos es Andrés y estudia ingeniería. Su hija mayor estudia
medicina y sueña con poner un consultorio y sacar a su madre de
trabajar. Cada fin de semana se sientan a ver el resumen de las
noticias de la semana y distraerse de la rutina. A los pocos minutos
observan los discursos más importantes de la semana y se quedan
pasmados al escuchar al presidente por el que votaron, porque en sus
discursos señala que los médicos neoliberales se encargaron de
mercantilizar la medicina, que el pueblo no necesita ingenieros o
arquitectos para construir una casa, que no hay violencia doméstica
y que el 90% de las llamadas de emergencia por agresiones a mujeres
son falsas y que debemos conformarnos con un par de zapatos, poca
ropa y máximo un auto modesto ¿para qué más?.
Que nos dice este
discurso ¿se promueve el conformismo o la conformidad? El psicólogo
italiano Walter Riso resume esto de manera simple “ser conforme es
disfrutar lo que hago y lo que tengo, mientras lo hago y lo tengo,
pero siempre aspirando a más”. El conformista es el que está en
una zona de confort y aún que puede dar más, prefiere quedarse ahí.
El conformista vive en la mediocridad. ¿Se escucha fuerte? Los
mexicanos somos fruto del esfuerzo, del desvelo, del trabajo y de
soñar con un futuro mejor.
¿Existe algún padre de familia que
quiera ver a sus hijos conformarse con el ideal de López Obrador? Me
resisto a creerlo. Papás y mamás soñamos en que nuestros hijos
sean mejores que nosotros. Hace más de dos mil años el pueblo sabio
de esa época decidio crucificar a Jesús, seguramente el presidente
de la república defiende la sabiduría de esa decisión.
Benito Juárez se castellanizo
avanzado en edad y no descansó hasta terminar sus estudios en
abogacía y ser el ideólogo de los liberales que tanto enarbola
Andrés M. López Obrador. El patriarca de MORENA necesitaba haber
nacido en esa época para decirle a Juárez que el pueblo era tan
sabio que no necesitaba abogados y que estudiar no era indispensable
para triunfar en la vida.
¿El
Neoliberalismo está agotado? Esa afirmación es correcta, pero no
es por el Decreto de Obrador. Muchos economistas como Joseph Stiglitz
llevan una década señalando el desgaste de este modelo. Son esos
economistas que ganaron un Novel y que son fifís. Pero el desgaste
del neoliberalismo es un resultado global y pensar que López Obrador
tenga los conocimientos económicos para formular un nuevo modelo es
absurdo. Quien nunca ha trabajado, no puede opinar sobre la
generación de riqueza o el combate a la pobreza.
¿Qué es lo que
necesitamos? López Obrador debe acabar con el neoliberalismo,
barriendo como se barren las escaleras, de arriba para abajo. Que
evite los funcionarios neoliberales como Manuel Bartlett, Obrador
debe quitar el proteccionismo fifi a empresas como Elektra, erradicar
el favoritismo neoliberal con contratos multimillonarios como los del
hijo de Bartlett y dando una explicación sobre la Casa Bartlett
porque eso lo hace semejante a Peña Nieto. López Obrador debe
mostrar su vocación democrática en 2021 hacer que MORENA no postule
candidatos formados en la época neoliberal. Son los grillos
oportunistas de la T4a cuyas biografías políticas nacieron en el
PRI, PAN y PRD. ¿Por qué se niega a competir con la verdadera
militancia de MORENA? Han relegado, usado y manipulado a los
verdaderos fundadores de MORENA.
Junto a la traición
que día a día ejecutan contra la verdadera militancia de MORENA
está también el coraje y la desilusión de personajes como María y
sus hijos, quienes desde la pobreza son antagónicos a los salmos del
predicador de la república. López Obrador ganó manipulando el
coraje y la desilusión de los mexicanos. Esas mismas emociones van a
desterrar a MORENA en 2021.
Dip. Isabel Casas Meneses.
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