EL EFECTO ES SISTÉMICO
Seguramente has escuchado con frecuencia la frase “la realidad supera la ficción”. La humanidad está viviendo un episodio que supera a cualquier película que hayamos visto. El COVID-19 es tema de análisis de expertos, conversaciones domésticas, trabajos periodísticos y oportunidad de negocio para algunos.
A finales del año pasado se leía como algo muy lejano y que solamente afectaba a China. Pero al paso de las semanas, su aparición en el resto del mundo nos llevó a verlo como el tema central. El Gobierno de la República comenzó por tomar la decisión de hacer una ampliación en la suspensión de actividades escolares del 20 de marzo al 20 de abril. Este lunes 16 de marzo el Gobierno de Tlaxcala tomó la decisión de anticiparse a ese periodo e iniciar esta suspensión desde este martes 17 de marzo.
El ambiente se percibe lleno de incertidumbre y angustia. Hay quienes señalan que el pánico social puede ser peor que el virus. Pero junto a este proceso de contención, están también los mensajes que italianos y españoles han mandado al resto del mundo para que el COVID-19 sea tomado con seriedad y se adopten con firmeza todas las acciones que permitan su contención y mitigación.
Serán varias semanas de convivencia en el hogar, de reacondicionar nuestras rutinas de vida y al mismo tiempo de tratar de encontrar una nueva normalidad. En este proceso internet jugará un papel determinante. Las instituciones educativas están tomando como estrategia central la educación en línea.
También debemos esperar el entretenimiento sea un elemento que permita generar calma y optimismo. La educación autodidacta y digital ocupará un factor central durante este tiempo.
Y es en este momento cuando recordamos que todos somos un eslabón de una extensa cadena social, cultural, económica, educativa, comercial y de consumo. Recordamos que todos necesitamos de todos y que nadie es autosuficiente. La recesión económica global es otra variable que están enfrentando los gobiernos y los ciudadanos. En México solo el 52.7% de los hogares cuentan con acceso a internet y esto representará un desafío para las autoridades educativas. La suspensión de clases no es materia de discusión. Pero internet es un factor que está directamente vinculado al poder adquisitivo de los hogares. En estas semanas el desempleo será otra variable que expondrá nuestra vulnerabilidad como nación.
Muchas empresas están flexibilizando la ejecución de las labores administrativas permitiendo que sean realizadas desde los hogares de sus empleados. Esto no aplicará a quienes no tienen ocupación laboral –no es una expresión ironica-. Tampoco a quienes ejercen el comercio ambulante o son empleados operativos en restaurantes, cines, centros comerciales, tiendas departamentales o escuelas particulares. Nuestra economía presenta una vulnerabilidad que empezaremos a observar y percibir de una manera diferente.
El premio nobel de economía Joseph Stiglitz publicaba hace no más de 10 años una cifra que parecía sensacionalista y que desafortunadamente era real. Este economista decía que el 99% de la riqueza estaba en el 1% de la población y que el 1% de la riqueza mundial estaba distribuida en el 99% de las personas. Es una asimetría inaceptable, aterradora y en este momento devastadora.
Nuestros hábitos digitales como nación también nos ponen a prueba. Compartir notas falsas, pasar el tiempo en chats, páginas de entretenimiento o en el ocio digital, no serán prácticas productivas. Junto a los cuidados, acciones preventivas, información y solidaridad nacional para enfrentar al COVIT-19 no podemos dejar de lado la situación económica.
Esta es la ocasión en donde la generosidad, la prudencia, el comercio local, el apoyo entre vecinos, la cultura de la productividad y el amor deben salvarnos como humanidad. Los daños son sistémicos. Las soluciones también lo son y unidos como tlaxcaltecas, como mexicanos y ciudadanos del mundo deberemos salir victoriosos de este episodio que nos pone a prueba.
Amables lector@s, esta columna tendrá una mayor regularidad y mi presencia en redes sociales será con mayor constancia en el ánimo de que podamos conversar, interactuar y juntos construir un ambiente de fuerza y carácter para mantenernos fuertes y unid@s.
Dip. Isabel Casas Meneses.
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