El 9 es de las Mujeres y el 8 de los oficialistas
El
8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y será una
fecha llena de discursos oficialistas, ceremonias cívicas, eventos
académicos, columnas de opinión y manifestaciones en plazas
públicas. Sin embargo, después de los actos de traje sastre y
corbata, será el 9 de marzo cuando realmente nos manifestemos las
mujeres. El
9 Nadie se Mueve es
un llamado a la resistencia civil pacífica en contra de los
feminicidios, la discriminación y la violencia de género. También
es un alerta contra la indiferencia y la ineficacia de quienes deben
ser la solución y no parte de este vergonzoso lastre.
En
esencia esta convocatoria no es un acto en contra del gobierno de la
república. Pero es inevitable que analistas políticos,
intelectuales, feministas y activistas de género critiquen los
recortes presupuestales a los programas de apoyo a las mujeres, la
indiferencia con que se han expuesto los feminicidios en las ruedas
de prensa mañaneras y las burlescas declaraciones que defienden la
primera plana de la rifa del avión presidencial.
¿Por
qué el encono contra esta manifestación de las mujeres?
Sencillamente porque un gobierno que sustenta su legitimidad en su
popularidad y no en sus resultados gubernamentales, tiene temor a
todo aquello que sea motivo de una concentración masiva, acciones
colectivas, movimientos pacíficos o debate público en donde el
líder carismático no es el actor central.
Para
ello se usan estrategias como señalar que la convocatoria surge de
la derecha, que los feminicidios son culpa del neoliberalismo o que
todos somos responsables por no tener una vida con valores y amor. En
las redes sociales se ha desarrollado un debate intenso sobre la
legitimidad de #ElNadieseMueve y esto solo pone sobre la mesa la
polarización que existe en la sociedad.
Esta
confrontación no surge por los grupos a favor y en contra de este
movimiento. La lectura real puede interpretarse como “si
no estás conmigo, estás en mi contra”.
Esto nos hace fácilmente presas de la delincuencia y la violencia.
Este es el momento oportuno de preguntarnos ¿todos los movimientos
que surjan fuera de la 4T tendrán que ser vistos como espurios?,
¿ser críticos de las instituciones nos hace de derecha y
neoliberales?, ¿los gobiernos pasados siempre serán excusa para
evadir la responsabilidad de gobernar?, ¿pensar diferente debe
condenarnos? y ¿exigir resultados al presidente nos hace ciudadanos
fifís, conservadores, neoliberales y pro capitalistas?.
Como
diputada ciudadana asumo la responsabilidad que como legisladora me
corresponde. Reconozco que falta mucho por hacer y que nada justifica
la violencia de género. En lo personal no me interesa quien convoca
a esta acción colectiva, tampoco su posición económica, género,
credo, ideología, militancia partidista u ocupación. Toda acción
que surja de la ciudadanía contará siempre con mi simpatía y desde
la trinchera en la que me encuentre aportaré mi granito de arena
para construir un mejor país.
Los
liderazgos carismáticos se sostienen por su poder hipnótico para
manipular a las masas. Saben que ese poder no es perpetuo y que a
veces se comienza a despertar cuando la realidad supera al discurso y
a la capacidad de seducción social del líder.
Este
es el inicio de un nuevo despertar ciudadano y eso es lo que les
preocupa.
Dip.
Isabel Casas Meneses.
Comentarios
Publicar un comentario