Una buena y otra… al tiempo
En una ceremonia memorable la amiga personal de Beatriz Gutiérrez Müller (esposa del presidente de la república) se integró al máximo tribunal constitucional del país. Su designación la realizo el pleno de la Cámara de Senadores en los primeros días de diciembre de 2019 y este 6 de enero se realizó la ceremonia e integración formal al pleno de la SCJN.
Esto tiene un mensaje positivo en la lucha por la igualdad de género. Es cierto que aún la integración de dicho órgano jurisdiccional está muy lejana de ser igualitaria, ya que de los once miembros que la integran, apenas tres son mujeres. Sin embargo, debemos reconocer la vocación por la igualdad de género del presidente de la república, en el caso particular de la SCJN, ya que la terna que envío al Senado de la República en 2019 estuvo integrada por mujeres.
Esta es una buena noticia para las estudiosas del derecho que realizan con dedicación y gran esfuerzo, una carrera profesional hacia el interior del poder judicial de la federación. En 2014 el poder legislativo aprobó una de las reformas electorales más trascendentales en pro de la igualdad de género, en lo que respecta a los cargos de elección popular (senadores, diputados federales, diputados locales y munícipes) obligando a los partidos políticos a postular a mujeres y hombres por igual.
En este 2019 que recientemente concluimos, el poder legislativo federal y los congresos estatales (entre ellos Tlaxcala) aprobamos que la integración de la SCJN, los organismos constitucionales autónomos y los titulares de las Secretaría de Estado del poder ejecutivo federal sean con igualdad de género. Así, la designación de Margarita Ríos-Farjat forma parte de este proceso histórico, en donde la integración del poder público en México se comienza realizar de forma igualitaria entre mujeres y hombres.
Sin duda esta es una buena noticia para las mexicanas y mexicanos que creemos en la democracia y en la igualdad.
Dejaremos al tiempo que el desempeño de Margarita Ríos-Farjat como Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sea con auténtica independencia, objetividad, constitucionalidad, neutralidad y autonomía. La igualdad de género no debe ensombrecerse con los nubarrones del servilismo, la subordinación y las lealtades personales. Creo que la lealtad y la gratitud son valores que hablan muy bien de las personas en lo individual. Sin embargo, estas conductas no pueden ser los ejes rectores de quienes integran el máximo tribunal constitucional del país. En ellos el equilibrio y la división de poderes deben ser los principios que orienten su desempeño como juzgadores.
La igualdad de género no puede ser una estrategia que se use para pagar cuotas o colocar incondicionales. La institucionalidad y la legalidad no distinguen género. La lealtad con sombra de complicidad es corrupción y este es el lastre que diariamente el presidente de la república dice combatir en casi todos sus discursos, entrevistas y conferencias de prensa.
No podemos hacer una descalificación anticipada sobre el actuar de la nueva Ministra de la Corte, dejaremos al tiempo la evaluación a su trabajo, en tanto celebremos la buena noticia de contar con una mujer en el máximo tribunal constitucional del país.
DIP. ISABEL CASAS MENESES
Comentarios
Publicar un comentario